Locura pasajera

Salgo a la calle como cada mañana. Pomgamos que no hace frío pero llovizna, vamos, tiempo bilbaíno por excelencia. Poco después de salir del portal, veo a cuatro chavales en corro en un recodo que hacen los edificios. Son los cuatro de siempre, echándose el peta mañanero para aguantar su horroroso y agotador temario de 2º de la eso. Casi podría saludarles, les veo a diario...

Continuo caminando, tras cojer el periódico gratuito del metro, espero a que este llegue mientras lo leo. A unos 15 metros se encuentra un amigo de infancia. Ni me mira, Hago lo propio. No tengo nada en contra suyo, simplemente no me ha hablado desde que nos cambiamos al mismo colegio. Ahora el pobre esta situado en una escala social superior, pobre iluso...

Ya en clase, veo a la chica nueva sentada sola en su pupitre, haciendo los deberes. El resto de la clase esta haciendo lo propio, el trabajo en casa no es el fuerte de mi generación, o hablan en grupos. Nunca nadie habla con ella. Es tímida, y en los vrebes intentos de entablar una combersación ha sido repelente. A la gente no le cae bien. No puedo evitar pensar que si no se saliera por ambos lados de la silla tendría mas amigos...

Al salir al patio, unos pocos nos dirigimos a un acto en condena del ultimo atentado de E.T.A... Muchos son los llamados pero pocos los que acudimos. Desde lejos, un grupo de gente nos mira. Mas tarde, cuando el momento de silencio concluya, nos increparan, tachandonos de pelotas y vendidos; simplificando un símbolo de condena hasta el absurdo...

Mas tarde, en clase de informática, veo como esta misma gente se ríe de una compañera, con el '' insulto'' que es llamarla española. Lo triste del asunto es que la pobre, sin recibir ningún apollo del profesor, tiene que agachar la cabeza y dirigirse a su sitio mientras es abucheada por unos pocos...

Aun es jueves, y a la tarde tengo que hacer servicio social obligatorio en vez de religión. Siempre es deprimente ver a los monitores trabajar con desgana( reconozco que yo también lo he hecho aveces). Pero mas triste es que cuando un niño dice que le ha desaparecido tal o cual cosa, siempre acudan a preguntar al mismo grupo de chavales, que hasta la fecha no han podido debolber nada de lo que se les acusaba de haber robado; ya que nunca lo habían hecho. Estas acusaciones no se deben a su origen marroquí. Allí todos los niños lo son. Las acusaciones se deben a que son los mayores, y por lo tanto, los menos inocentes...

Todas estas situaciones, y habiendome dejado muchas, me deberían hacer pensar que el porcentaje real de la gente minimamente aceptable es tan inferior al de la gentuza, que no merece la pena el intentar ser buena gente... pero eso, me haría ser como ellos.