Segimos esperando

lunes, 15 de febrero de 2010 by El creyente agnostico

Bueno, yo me voy a desmarcar un poco del camino que esta tomando la temática del resto de artículos, puesto que hay algo en la política( que mal puesto tiene el nombre) y no se, no me apetece meterme con nadie.


Yo quiero hablar de algo que esta por encima de los políticos y de la economía. Superior a la democracia, la anarquía o la dictadura. Algo que traspasa fronteras y no entiende de idiomas, razas, religiones, clases sociales, o incluso ( por que no), especies. Este sentimiento, intrínseco en todo ser humano ( eso como mínimo), que no entiende de razones, momentos, crisis o BOOMS.

Hablo de la esperanza.

Porque, y sin querer caer en un tópico, la esperanza es lo ultimo k se pierde. Por que nuestro equipo puede ir perdiendo 4-0 con su mejor delantero lesionado; el ejercito enemigo te puede triplicar en numero; tu amada puede haberse ido con un argentino; o puedes tener un cancer grabe. Por mala que sea la situación, siempre te queda la absurda esperanza de que ella coja el avión de vuelta, de que ese chabal de la cantera le de la vuelta al partido, de que llegue la caballería en vuestra ayuda o de que el tratamiento funcione contra todo pronostico. Este sentimiento absurdo que nos hace mantener las consideraciones mas extravagantes, es la esperanza.

O puede que no sea tan absurdo. Y es que, basta que una sola de tus neuronas crea siquiera que eso puede suceder, para que combezca al resto con su animo rebolucionario. Y para cuando te quieres dar cuenta estas peleando a muerte recordando que firmasteis un tratado de ayuda con los franceses, o que en el 94 se remonto un partido peor; que un amigo tuyo se reconcilió con la mujer después de que esta se fugara con cubano o que hay un porcentaje de curación del 10%. Y piensas, ¿y por que no yo?

Y te atreves a soñar que seras el protagonista de una de esas leyendas urbanas, en las que todo acaba bien. Y peleas por ello. Y normalmente fracasas. Pero fracasas sabiendo que lo has intentado. Y muchas veces es un fracaso sazonado de una absurda esperanza de que tu lucha halla servido para algo. Quizá hallas matado a alguien importante, o hallas contribuido a la investigación de la lucha contra el cancer; o puede que la plantilla espabile apartir de ahora.

Y es que, aun perdida la esperanza original, no tarda en surgir una nueva. y es que, da igual lo mal que te baya, seguirás teniéndola. Y por muy critico o pesimista que seas, sigues teniendo la esperanza de que halla una revolución, de que la situación cambie, de que tu vida mejore, o la haga la de los demás. Por que, no es que sea lo ultimo que se pierde, es que la esperanza no se pierde nunca. Imposible is nothing