- La libertad como sentimiento -

miércoles, 17 de febrero de 2010 by El creyente agnostico

Sigamos con cosas bonitas,este texto no es nuevo, pero ando un poco x últimamente para escribir cosas de estas.


Que el ser humano es libre es una idea que siempre he tenido cimentada en lo más profundo de mi pensamiento. ¿Siempre? bueno, desde que empecé a meterme en berenjenales filosóficos.

Dejando atrás determinismos biológicos y ambiente-educacionales (ya que los primeros no los podemos cambiar y a los segundos nos aferramos con fuerza). Somos libres.

Claro que es más fácil pensar lo contrario, cierto, echar balones fuera "yo camino por la senda que me han marcado, no puedo salir, la culpa de mis acciones es de aquellos que me guían". Porque en el momento que asumimos que somos libres tendremos que admitir también nuestra responsabilidad sobre todo lo que derive de nuestras acciones, de nuestras limitaciones, incluso de la forma en que cedemos esta.

Porque la libertad no es algo que venga de fuera. No va a venir ningún señor barbudo a despertarnos de nuestro Matrix particular y decirnos ¡eres libre!. La libertad es otra de esas cualidades del ser humano, tan abstracta como intransferible ¡es un sentimiento!

Por ello queda fuera de lugar hablar sobre si el sistema o tu madre te oprimen. Ellos son agentes externos a ti y solo tienen el poder que tú quieras ceder ante ellos.

Para ser libres debemos saber que somos capaces de cualquier cosa. Asumir que el 90% de nuestras derrotas son culpa nuestra.

Pero claro, es mucho más fácil apoltronarse, refunfuñando desde el sofá sobre el daño que nos hace el sistema, esperando al líder de la revolución, al superhombre que nos convierta en colectividad, a nuestra muerte.¿Yo? ¿Qué puedo hacer yo? Solo soy una persona. Tú eres tan maravilloso y único como el resto de los seres humanos. Tú puedes iniciar una revolución ¿Qué te lo impide?