Ambiciones

lunes, 15 de marzo de 2010 by inVain

Sigo con textos no-actuales

La vida pasa ante nosotros, tan injusta y tan exenta de sentido, en este jodido globo llamado planeta en el que una bonita mitad de los humanos observa (en el mejor de los casos) como la otra mitad se muere de hambre, miseria mental, guerras,... ahogados en la abundancia. Y no contentos por haber nacido en la parte "adecuada" del globo, con tener las necesidades básicas cubiertas, nos quejamos. Y ampliamos nuestra escala de dolor hasta el punto de sentirnos tan mal por cosas que son, necesariamente, nimias.

Ambicionamos una fe y un amor, algo que de sentido a nuestra existencia. Un guía que nos señale el camino lejos de las tinieblas, una fe para alumbrarlo y un amor para acompañarnos, curar nuestras heridas. A veces incluso tratamos de convertir en esas tres cosas a la última persona sobre la que fijamos nuestro capricho! nuestra última obsesión, a la que bautizamos como amor.

Arrojamos todas nuestras esperanzas a la cara de cualquiera que se atreva a acercarse a nuestro lado y rabiamos amargamente cuando estas no se cumplen
¿Acaso preguntaste por sus esperanzas? No, tu solo diste y diste lo que tú considerabas suficiente para merecer lo que querías, sin preguntar si era bienvenido lo que dabas, sin saber si realmente te querían en su camino.

Buscamos siempre lejos de nuestro interior, despreciándonos a nosotros mismos, somos capaces de idealizar a la primera persona que nos sonríe en nuestro camino con tal de no confiar en nosotros mismos.

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3 comentarios:

Dooby dijo...

si sólo fuera la mitad del mundo la que sufre...

Bueno, quizás el hecho de que podemos pensar sobre estas cosas, podemos soñar, lo hacemos

A mi me parece una putada desde luego

L.Road dijo...

Recuerdo de un seminario que nos dieron que el mundo estaba dividio en tres partes:

la de los muy pobres, que sería en torno a 40%, que son todos aquellos que viven por debajo del humbral de la pobreza
la de los necesitados, los que viven con lo considerado mínimo, en torno a un 50%. (aquí entrarian todos los países en vias de desarrollo)
los ricos, un triste 20% en cuyas calles habita un ínfimo porcentaje de pobreza.

L.Road dijo...

Me he equivocado en el comentario de arriba, los afortunados no somos un 20%, sino un 10%